ueves,
19 de Enero de 2012 10:13
Roberto Quesada
“…es
increíble que ahora el gobierno (Pepe Lobo) vaya de rodillas con la
mano extendida para pedir ayuda a quien tanto daño nos hizo
(Venezuela)”.
—Santiago Ruiz, ultraderechista y parte del golpe de Estado, presidente
del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (El Heraldo, Tegucigalpa,
13 enero 2012).
En
la hundida Honduras contemporánea que hundieron unos cuantos avorazados
piratas enemigos de la humanidad, también conocidos como golpistas,
ahora se “debate” si este país, uno de los más empobrecidos de
Latinoamérica, solo superado por Haití, debe o no volver a ser parte del
acuerdo de Petrocaribe, iniciativa venezolana-bolivariana con el
propósito de ayudar a los pueblos más pobres, o empobrecidos.
En
la VI Cumbre de Petrocaribe, realizada a mediados de junio del 2009,
poco antes del golpe de Estado del 28 de junio en Honduras, los líderes
centroamericanos y caribeños defendieron los avances logrados con la
iniciativa venezolana en la región, los jefes de Estado y/o Gobierno,
reunidos en Basseterre, la capital de la Federación de San Cristóbal y
Nieves, ratificaron en la declaración final: “Petrocaribe es una
plataforma efectiva de unión y de cooperación que ha alcanzado logros
destacados en la lucha por un mayor grado de desarrollo económico y
social de sus miembros… “Petrocaribe no es sólo un escudo, es una espada
que abre caminos a nuestros pueblos frente a las potencias más
poderosas del mundo, es un mecanismo importante de cooperación justa y
solidaria que supera cualquier esquema tradicional de comercio”. Por su
parte, en su intervención, el presidente de la República Bolivariana de
Venezuela, Hugo Chávez, sostuvo que el acuerdo energético Petrocaribe es
un instrumento de acercamiento, de cooperación, de unión, de ayuda
mutua y liberación y en este mecanismo nuestro país está jugando el
papel que le corresponde: cooperar y ayudar (…) En Petrocaribe no hay
ningún tipo de exigencia, ningún condicionante; cada país tiene su
particularidad, su soberanía, es un espacio con un espíritu de hermandad
y confraternidad”, y añadió: “Queremos que Petrocaribe siga
consolidándose y siga generando nuevos mecanismos. Petrocaribe tiene que
ser como una madre, un vientre, con una gran capacidad de parir nuevos
instrumentos en la lucha contra la exclusión, miseria, pobreza y para
elevar el nivel de vida de nuestros pueblos. Petrocaribe es hoy una
plataforma geopolítica, de gran importancia, vamos a fortalecerla”. (www.pdvsa.com).
Partiendo
de lo vertido por el presidente Hugo Chávez “instrumentos en la lucha
contra la exclusión, miseria, pobreza y para elevar el nivel de vida de
nuestros pueblos” no se puede ni se debe reintegrar a Honduras a
Petrocaribe solo porque sí. En primer lugar, existe la obligación humana
y moral, de los miembros de Petrocaribe, de verificar si el actual
gobierno hondureño verdaderamente representa al martirizado y hambriento
pueblo hondureño o es nada más un puente provisional mientras se
intenta blanquear el golpe de Estado y borrarlo de la memoria colectiva
hondureña. Que el presidente Daniel Ortega haya dicho que Pepe Lobo
estudió en la Escuela de Cuadros de la Unión Soviética no significa nada
ni es garantía de nada (a las becas soviéticas fueron unos por
convicción ideológica, otros por necesidad económica y no faltaron los
infiltrados para aprender cómo se formaban esos cuadros). Además, eso es
el pasado y ya no existen esas dos fuerzas enfrentadas, que utilizaban
terceros países para su guerra.
Al
deducir por lo recientemente realizado por la OTAN junto a los Estados
Unidos, puede perfectamente definirse como una confrontación directa,
sin excusas, de países poderosamente militares contra aquellos que
tienen recursos que sean de sus intereses, como es hoy el petróleo y
como no tardado será el agua. Es quizá por ello que el liderazgo, las y
los auténticos, de los pueblos latinoamericanos solo piden a los Estados
Unidos respeto y un trato comercial y humano en igualdad de
condiciones.
El
dictadorzuelo Micheletti, rebautizado por el presidente Chávez como
Goriletti, insinuó cínicamente que la ayuda del ALBA se había usado para
asestar el golpe de Estado, y no hace mucho, antes de viajar a la
Cumbre del Celac, Porfirio Lobo dijo que unos 50 millones de dólares de
la ALBA que aun quedaban, sería para hacerles viviendas a los policías
(a una policía que está en tela de juicio y que no ha protegido sino
reprimido al pueblo hondureño), sin duda, una burla de Pepe Lobo al
pueblo hondureño y a la generosidad de los pueblos del Sur. Hace poco el
presidente derrocado, Manuel Zelaya Rosales, declaró que cuando dieron
el golpe de Estado quedaron intactos los 180 millones de dólares
recibidos de la iniciativa bolivariana, y ahora ni Micheletti ni Lobo
dan razón de ello.
En
Honduras se ha dicho que este 2012 es un año político (¿daño
político?), y quienes quieren perpetuarse en el poder para continuar
exprimiendo al pueblo hondureño y que aun están allí enquistados en el
gobierno de Lobo, se han sentido frustrados con los Estados Unidos al
ser desaprobados de la Cuenta del Milenio, entonces creyéndose más
listos que los otros países (quizá amparados en la fama de ser los más
corruptos del mundo), han vuelto su mirada al Sur, con la idea de
recaudar fondos que en nada paliaran la miseria del pueblo hondureño
sino que se irá en la estéril –para el pueblo-- feria de las campañas
electorales, tal como ya se ha hecho en estos dos años con los escasos
recursos de nuestro pueblo.
En
reportaje publicado por RT.com (Televisión Rusa) el 10 de enero, se
destaca el apoyo que Venezuela brinda a vecindarios pobres de la llamada
primera potencia del mundo, Estados Unidos: “A pesar de las
discrepancias que existen entre los gobiernos de EE. UU. y Venezuela y
pese a las poco amistosas palabras que la administración de Obama le
dedica a las autoridades del país latinoamericano, Venezuela llevará
calefacción a las casas de más de 400.000 norteamericanos ya por séptimo
año consecutivo.
Para
ellos la imagen de Hugo Chávez, quien promovió esta iniciativa, no
parece tan terrible como la pintan los medios estadounidenses…”Por
supuesto, tanto en los Estados Unidos como en otros países, los
beneficios de la Revolución Bolivariana de Venezuela, van a sus
destinatarios… En Honduras esto amerita gigantescos signos de
interrogación, y es aquí que los miembros de Petrocaribe deben de estar
ojo avizor, no dejarse sorprender nuevamente con que sus recursos sean
utilizados para dar golpes de Estado o que en el nombre del pueblo esas
ayudas se repartan entre los mismos pocos de siempre, mientras el pueblo
agoniza de hambre y se pregunta: “¿Petrocaribe, para el pueblo o para
nuestros verdugos?
Nueva York NY 18 enero 2012.
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