El padre fue recibido por una emocionada feligresía que agradeció a Dios haberles devuelto su padrecito con vida. |
Fuente: Diario Tiempo.hn
MACUELIZO, SANTA BÁRBARA.-
Centenares de católicos de diferentes ciudades del país participaron
ayer jueves en una caminata de solidaridad con el padre Marco Aurelio
Lorenzo, quien denunció ante el Ministerio Público haber sido golpeado y
torturado el pasado 26 de diciembre por ocho elementos de la Policía.
A este mitin también se unieron sacerdotes de diferentes congregaciones, entre ellos el padre Fausto Milla, miembro de la Comisión de Verdad que en julio del año pasado tuvo que abandonar el país por recibir constantes amenazas de muerte.
Asimismo,
el padre Lorenzo fue acuerpado por la presencia de líderes del Frente
Nacional de Resistencia Popular, del Movimiento de Resistencia de San
Pedro Sula, del Grupo de Convergencia por los Derechos Humanos, la Red
de Comunidades Cristianas de Honduras y por la Coordinadora del Comité
de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), Bertha
Oliva.
Luego de una caminata por la
calle principal de esta comunidad, la feligresía se concentró en la
iglesia San Miguel Arcángel, de la cual el padre Lorenzo es párroco
desde hace más de 10 años. En el abarrotado templo el sacerdote brindó
un completo testimonio sobre la pesadilla vivida la noche del 26 de
diciembre y lamentó la malintencionada tergiversación de hechos por
parte de la Policía Nacional y divulgada por otros medios de
comunicación, que señalan que el padre Lorenzo se conducía junto a sus
hermanos bajo los efectos del alcohol.
Centenales de católicos y miembros de organizaciones populares acompañaron al padre Lorenzo en este mitin de solidaridad. |
Su testimonio
El padre Lorenzo relata que luego de muchas horas de conducir hacia Yamaranguila, fue dominado por el sueño y decidió detenerse a a la orilla del camino para descansar y evitar el riesgo de quedarse dormido al volante. Eran las 8:30 de la noche. Fue así que a la altura del kilómetro 24, entre las comunidades de La Esperanza y San Miguelito, el padre Lorenzo inclinó su asiento y se dispuso a reposar unos minutos, junto a uno de sus hermanos, mientras que el otro se bajó del vehículo y le colocó dos cuñas para asegurarlo, ya que se encontraban cerca de una pendiente.
El padre Lorenzo relata que luego de muchas horas de conducir hacia Yamaranguila, fue dominado por el sueño y decidió detenerse a a la orilla del camino para descansar y evitar el riesgo de quedarse dormido al volante. Eran las 8:30 de la noche. Fue así que a la altura del kilómetro 24, entre las comunidades de La Esperanza y San Miguelito, el padre Lorenzo inclinó su asiento y se dispuso a reposar unos minutos, junto a uno de sus hermanos, mientras que el otro se bajó del vehículo y le colocó dos cuñas para asegurarlo, ya que se encontraban cerca de una pendiente.
Pocos instantes después
apareció una patrulla policial asignada a San Miguelito, Intibucá, y de
manera intempestiva se bajaron ocho efectivos y empezaron a golpear al
joven que se encontraba fuera del auto y seguidamente sacaron también a
golpes del vehículo al otro hermano del padre Lorenzo, a quien
enchacharon y subieron a la paila de la patrulla. Hasta ese momento, los
hermanos pensaron que todo se trataba de un intento de secuestro, ya
que jamás dieron un motivo para una agresión de este tipo.
Luego
de la salvaje golpiza y con una profunda herida en la cabeza el padre
Lorenzo manifiesta que se sintió sin fuerzas y en ese momento uno de sus
hermanos empezó a gritar para pedir ayuda. Seguidamente, el padre
Lorenzo señala que los policías intentaron subirlo a la paila de su
carro, pero por instinto de supervivencia se resistió.
Ya
desesperados por la situación fuera de control, los agentes dispusieron
quitar las cuñas a las llantas con la intención de que el automotor se
fuera hacia un abismo adyacente. Para su mala suerte, el vehículo cambió
de dirección y fue a estrellarse a un paredón contrario. “Me pateaban
mientras yo gateaba por que no podía pararme, y en ese momento pienso
que se les acabó la ira y surgió a ellos un poco de actitud humanitaria,
porque decidieron subirme a la paila de la patrulla junto a mis
hermanos y llevarnos hacia el Hospital La Esperanza, Intibucá.
Ya
en el hospital, indica, que en vista de que fueron llevados por la
Policía los trataron como delincuentes, sin ningún tipo consideración,
hasta que una de las enfermeras lo identificó y expresó a sus compañeros
que no se trataba de un delincuente sino del padre Lorenzo, y todos
empezaron a curar sus heridas y a hablarles con respeto.
Refiere
que durante todo este tiempo los policías manifestaban que los heridos
habían sufrido un accidente y que sólo necesitaban que les lavaran sus
lesiones para llevarlos detenidos. Al darse cuenta que se trataba de un
cura y sus dos hermanos, los policías cambiaron de planes, y en el
momento en que las enfermeras salían de la habitación aprovecharon para
arrojar bajo las camillas sus teléfonos celulares y billeteras, sin el
dinero por supuesto.
Al siguiente día
que llegó a la Policía a reclamar su auto les preguntó que si había
alguna infracción qué pagar y le manifestaron que no habían cometido
ninguna falta, que podían marcharse, lo cual deja sin razón o
explicación lógica la salvaje golpiza que les pudo costar la vida. “Todo
aún nos estamos preguntando qué ocurrió, pero no lo sabemos. De lo
único que estamos seguros es que esa noche estuvimos entre la vida y la
muerte y ahí sólo estuvo la mano de Dios para salvarnos”, concluyó.
Condena
Durante el desarrollo de la conferencia, algunos de los participantes también condenaron la actitud pasiva del nuevo Obispo de la Arquidiócesis de Copán, Monseñor Darwin Andino, quien aún no se ha pronunciado en relación a este hecho.
Durante el desarrollo de la conferencia, algunos de los participantes también condenaron la actitud pasiva del nuevo Obispo de la Arquidiócesis de Copán, Monseñor Darwin Andino, quien aún no se ha pronunciado en relación a este hecho.
Lo robado
5 mil lempiras extrajeron los policías de la cartera del padre Lorenzo, y agarraron, además, 11 mil lempiras que portaba dentro del vehículo.
A patadas
“Uno se paró sobre mi brazo izquierdo y otro sobre mi brazo derecho, al tiempo que los demás empiezan a agarrarme a patadas y toletazos”:padre Marco Aurelio Lorenzo
5 mil lempiras extrajeron los policías de la cartera del padre Lorenzo, y agarraron, además, 11 mil lempiras que portaba dentro del vehículo.
A patadas
“Uno se paró sobre mi brazo izquierdo y otro sobre mi brazo derecho, al tiempo que los demás empiezan a agarrarme a patadas y toletazos”:padre Marco Aurelio Lorenzo
Previo a la reunión en la iglesia de desarrolló una caminata por la comunidad. | El párroco de Macuelizo dio su testimonio de lo ocurrido junto a compañeros sacerdotes de diversas congragaciones. |
Este es el lugar donde el padre Lorenzo y sus dos hermanos fueron brutalmente golpeados. Al regresar al sitio, el sacerdote confiesa que no pudo contener las lágrimas y en ese momento le consultó a Dios: “Cuál es mi próxima tarea padre”. |
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