“Los hondureños experimentaron una de las más difíciles crisis políticas en su historia moderna. La nación estaba profundamente dividida y todos nosotros fuimos seriamente afectados por los eventos del 28 de junio. La herida ha sido profunda y aún no ha sanado”.
“Me enorgullece decir que nosotros en esta Embajada permanecimos aquí durante toda la crisis y trabajamos incasablemente en defensa de la democracia, los derechos humanos y la libertad de prensa, ayudando a los hondureños de buena fe... Nuestra asistencia nos permitió confirmar que estas elecciones fueron libres, justas y transparentes. En ese soleado y hermoso 29 de noviembre, pudimos atestiguar que los verdaderos héroes y demócratas... bendecidos con sabiduría comprendieron que su poderosa voz era la fuerza indispensable para mantener la paz e impulsar a Honduras nuevamente hacia el camino de la democracia”.
“Claramente, los Estados Unidos cree que los hondureños ya han sufrido suficiente, y mi gobierno ha solicitado, y continúa instando, la pronta y merecida reposición de Honduras a la OEA y a la comunidad internacional”.
Así lo manifestó el embajador Hugo Llorens.
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