Los
hombres se dignifican postrándose ante la Ley
porque
así se libran de arrollidarse ante los tiranos.
Preámbulo
de la Constitución Argentina.
Lunes 12 de Marzo 2012
Criterio/Joaquin
Baldemar Alvarado
El
concepto de justicia tiene su origen en el termino latino -justitia-
el cual permite denominar a una
de las cuatro virtudes cardinales, la que se inclina a dar a cada uno
lo que le corresponde o pertenece. La justicia se define como todo lo
que tiene que ver con el derecho, la razón y la equidad.
Por
otro lado la justicia es referente al Poder Judicial y a la pena o
castigo publico. De tal manera que cuando la sociedad “pide
justicia” frente a los crímenes, lo que es pedir que el
Estado garantice que el crimen sea juzgado y castigado con la pena
que se merece de acuerdo a la ley vigente.
En
nuestros países con la imposición de las dictaduras,
unas por la vía del golpe de Estado y otras por medio del
montaje electoral “democrático” que en realidad son farsas
electorales como es el caso de la elecciones mas “botadas” tanto
por las botas militares que intervinieron como por el desperdicio del
voto que impuso a Pepe Lobo con el sobrenombre de Presidente.
Generalmente estos gobiernos suelen ser regímenes que más
se apoyan en la “justicia”, utilizándola como instrumento
de terror hacia la población, esta aseveración está
más que demostrada con el asalto terrorista realizado a la
casa de habitación del ciudadano Presidente de la República,
Manuel Zelaya Rosales durante los hechos del golpe de Estado. Se
valieron de su”justicia” para consumar un crimen de lesa
humanidad y lesa patria, que los conocedores del derecho saben que
este tipo de delitos no prescriben.
También
utilizan su “justicia” para hacer leyes que de justas no tienen
nada, las que aplican con todo el rigor y descaro conque han sido
capaces de crearlas, para defender intereses espurios en unos casos,
en otros para imponer el terror y privar de sus derechos al pueblo.
Las
dictaduras de Batista en Cuba, Pînochet en Chile, Somoza en
Nicaragua, Videla en Argentina y Franco en España, son los
mejores ejemplos de lo que aquí afirmamos. Dichas dictaduras
no se daban abasto para crear leyes “democráticas” con las
que según ellos imponían justicia, la justicia del
crimen, del dolor y el luto, de ahí lo injusto de la justicia
que pregonaban. Los personajes, diputados y funcionarios que las
propiciaban se hinchaban de vanidad hablando de justicia a todas
horas; era la justicia del estado de terror que impusieron.
Se
nos viene a la mente una pregunta obligada:¿Hay alguna
diferencia entre aquellas dictaduras oprobiosas y el actual régimen
político de Porfirio Lobo Sosa?.Para nosotros ninguna.
Solo
mencionaremos los asesinatos, la persecución, el
encarcelamiento, la tortura y el exilio que han sufrido miles
hondureños, del sufrimiento y el dolor causado a sus
respectivas familias, son hechos cuya evidencia condena a sus
autores. Aparte de esto, las leyes que han emitido tanto el régimen
del innombrable, subsodicho y paranoico dictador sietemesino de
Progreso, como el actual, que los retrata en cuerpo entero como
verdaderos dictadores, que no tienen nada que envidiar a las
dictaduras que asolaron a Centroamérica y el Caribe en los
años 50,60,70 y 80.
Ahí
están las leyes que han emitido, no encontramos una tan sola
que propenda a elevar la justicia social, el régimen
alimentario, el sistema de salud , la educación ; al contrario
han sufrido retrocesos con la nueva Ley de Educación, a los
trabajadores se les impuso la ley de trabajo por horas, la archi
famosa ley de la ciudades modelos, capitulo jurídico
vergonzoso que atenta contra nuestra soberanía, la Ley del
Imprema que lesiona los intereses de los maestros, que con la
amputación hecha al Estatuto del docente convierte a los
maestros en nuevos esclavos del siglo XXI, es interminable el récord
de leyes impopulares que este Congreso Nacional ha emitido. Todo en
función de privatizar , controlar y explotar como negocios
particulares instituciones, bienes y servicios que pertenecen al
pueblo hondureño.
En
cuanto a la aplicación de la justicia podemos decir que está
parcializada y obediente a los intereses de los grupos financieros,
empresariales y transnacionales; la procacidad, el cinismo, la
desfachatez, y la falta de escrúpulos son las mejores divisas
para la aplicación de la ley, todo se hace sin rubor alguno,
la impudicia conque actuan es impresionante, en suma, la justicia
sucumbe ante los sicarios del poder politico y financiero.
Al
compás de lo anterior vemos como se exhiben las
contradicciones de los grupos de poder, unos apadrinados por la dupla
Lobo -Hernández conspirando a tiempo completo por mandar al
sótano
vía
decreto a la actual Corte Suprema de Justicia, conste estamos
hablando del organismo superior de “su justicia” en el país,
será posible que ni siquiera respetan el organismo superior
que sus mismas leyes han establecido, es decir, atentando
“legalmente” contra su mismo sistema judicial,
solo
en este país magico y sobrecogedor pueden darse estas
experiencias exóticas en materia de justicia.
Que
hay fallas sísmicas en el sistema judicial, las hay, que hay
que evaluar, revisar y replantear el
sistema
hay que hacerlo, que los entendidos lo hagan, haciendo a un lado el
componenente político, que fue el que dio al traste con un
gobierno legítimo, lo cual justificaba en su momento el relevo
en sus funciones, pero como los golpistas justififcaron su ilegalidad
no tienen autoridad los Lobo -Hernández, para sustituirlos,
estos no tienen un marco de legalidad para hacerlo “es su justicia”
y tienen que aguantársela, ellos la crearon, tienen que
convivir con ella.
Cuando
el pueblo diga hasta aquí, vendrán nuevos tiempos de
justicia, tiempos en que el pueblo a través de sus
representantes en el Congreso o en la Asamblea Nacional Constituyente
legislará conforme a derecho la verdadera justicia, es el
pueblo en las urnas quien determinará quienes serán los
que han de crear los nuevos tiempos justicieros con nuevas leyes que
emanen de su voluntad, estas pueden ser buenas o malas, dependerá
si el pueblo acierta en la escogencia de sus representantes
parlamentarios, o se equivoca votando por los mismos, los que lo
tienen entre el purgatorio y el infierno.¿ o no es así
?.
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